Medio Ambiente advierte que hasta el 80% del territorio español está en riesgo de desertificación. La despoblación rural es un factor importante en la pérdida de capacidad productiva del suelo (desertificación) al generar pérdida de biodiversidad, desequilibrio ecológico y alto riesgo de incendios. Andalucía emite la alarma en formato de informes técnicos pero no parece que tome conciencia…como se aprecia en el conflicto actual con las familias del Calabacino.
Según el informe del autor sobre la biodiversidad en la aldea del Calabacino, los sistemas socio-ecológicos fundamentados en el equilibrio de sustentabilidad constituyen los sistemas de conservación más exitosos y menos costosos.
El Calabacino es una aldea del municipio de Alájar en la provincia de Huelva, recuperada en los años setenta, y cuenta con 115 habitantes en la actualidad. Desde hace aproximadamente un año, a raíz de unas denuncias al consistorio por supuesta prevaricación sobre unas viviendas construidas incumpliendo la normativa del Parque Natural, existe el conflicto. Vecindario, Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Justicia deben solventar el choque generado entre familias en un medio con alta despoblación rural y cumplimiento laxo de las normativas de suelo desde hace años y desactualizaciones en los planes de gestión del Parque.
En el panorama actual se vislumbra la obcecación de cada uno los actores en tratar «su problema» y su solución administrativa. De esta forma se abandona el objetivo social y comunitario. Es decir, se intenta resolver una realidad mediante el análisis de una realidad fragmentada que, por ser parcial, precisamente, ya no forma parte de la realidad. El diálogo entre campos del saber se ha obstaculizado y complicado con un pensamiento compartimentado (Morin, E. 1984, Toledo et al., 2005). La transición a un modo de vida más sustentable necesita un cambio significativo en la forma en que los problemas son percibidos, definidos y resueltos, basada en un perspectiva de sistemas abiertos, en la que tanto los problemas como las soluciones se manejen holisticamente. De ahí que resulte fundamental tratar el conflicto desde el enfoque multidisciplinario y, asumiendo que la sustentabilidad es el objetivo único de un parque natural, la relación de la aldea con el medio es un sistema adaptativo complejo (SAC), dado que es multidimensional, dinámico y evolutivo (Holling, C. S., 2001; Acevedo et al., 2007).
Si abandonamos la visión fragmentaria, desaparece el problema del consistorio, de la fiscalía, del vecindario y del parque natural; ya que estaremos viendo la necesidad social a través de las infracciones. Son la manifestación del desajuste coevolutivo de las leyes en materia ambiental en los espacios protegidos. Identificaremos el verdadero problema: la obsolescencia administrativa en materia de gestión ambiental carente de la visión de sustentabilidad.
Se impone por tanto una revisión de las leyes de parques naturales que cubra la necesidad social y la prioridad en materia de despoblación rural, desertificación y pérdida de productividad de suelo y conservación de la biodiversidad.
Desde un enfoque local de la teoría coevolutiva, la pluralidad cultural responde a la diversidad ambiental y viceversa. El manejo que las sociedades hacen de su ambiente y recursos depende de las actividades y valores humanos que, como elementos socioculturales merecen ser definidos y caracterizados, pues el efecto que provocan en su territorio determina la calidad de los ecosistemas y su capacidad para brindar bienes y servicios ambientales a la sociedad local. En este sentido, el valor ecológico y el bienestar humano adquieren relevancia por su propio sentido.
Las características culturales y socioeconómicas de la población local constituyen base de las medidas destinadas a promover un uso sustentable de los recursos naturales, al alivio de la pobreza, a la mejora de la calidad de vida humana y a la creación de un apoyo positivo para los espacios protegidos (McNeely, 1993).
En el informe presentado a Medioambiente, se explicita que para el 77,4% de las familias estudiadas, las características naturales del territorio fueron determinantes para decidir construir su plan de vida. Más del 50% de ellas lo hizo además porque lo consideraban óptimo para tener y criar a sus hijos e hijas (formar familia) y para el 100% de las familias, el ecosistema no pasa desapercibido y es considerado una fuente de recursos vital para los valores que rigen la comunidad y para su economía basada en autoabastecimiento. Se trata de una población dirigida por el empoderamiento a todos los niveles y la recuperación y adaptación de los sistemas tradicionales de vida local.
El SAC del Calabacino se conforma en un agroecosistema caracterizado por una combinación específica de bienes y servicios que satisfacen un conjunto de metas (productivo), sin degradar sus recursos base (estabilidad). Su nivel de sustentabilidad está caracterizado por su capacidad de enfrentar (confiable) y recuperarse rápidamente de perturbaciones (resiliente); así como encontrar nuevos estados alternativos de equilibrio estable (adaptable); sin comprometer su productividad y reproductividad. Toda actividad está basada en la organización de los involucrados (autogestivo); evitando al máximo la dependencia del exterior (autodependiente), en búsqueda de los mayores beneficios para todas las personas y con el fin de lograr equidad en sus relaciones internas y externas (equitativo), entre la población y el ecosistema para llevarlo a la sustentabilidad. Por ello, se ha solicitado que este espacio generador sea reconocido en un plan especial de interés social y ecológico.
BIBLIOGRAFÍA
Morin, E. (1984). Ciencia con conciencia. Anthropos, Barcelona.
Toledo et al., (2005). Revisualizar lo rural desde una perspectiva multidisciplinaria. Publicaciones del instituto Nacional de Ecología. México.
Holling, C. S., (2001). Understanding the complexity of economic, ecological and social system. Ecosystems (4). Pgs 390-405. Internacional Council for Science (ICSU).
Harnessing Science, Technology and Innovation for Sustainable Development. A report from the ICSU-ISTS-TWAS Consortium ad oc Advisory Group. París.
Acevedo et al., (2007). Modelos de interacción humanoambiental: el enfoque de la Biocomplejidad. Ecosistemas 16 (3): Pgs: 56-68.
McNeely, J.A. (1993). Los espacios protegidos y la biodiversidad: un nuevo paradigma para el siglo XXI. Revista El Campo, 128.