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La ocupación de tierras en Somonte y el Cerro Libertad – EL TOPO
nº23 | construyendo posibles

La ocupación de tierras en Somonte y el Cerro Libertad

Recobrando la tierra

“Piden tierra y se la niegan

tierra para trabajar

hay otros que piden más

armas para hacer la guerra

y a esos sí que se las dan”

El Cabrero

En Andalucía hay 8 millones de hectáreas en tierras de cultivo, el 50%, es decir, 4 millones de hectáreas, está en manos del 2% de la propiedad. Lxs trabajadorxs agrícolas representan el  43% de todo el Estado.   El grito “La tierra pa quien la trabaja”, que lideró las luchas por la tierra en Andalucía desde el siglo XIX, no es un anacronismo romántico. En la actualidad, la lucha por la democratización del acceso a la tierra y la soberanía alimentaria en Andalucía es una cuestión de sostenibilidad de la vida para todas, más allá de la lucha jornalera.

Esta vez queremos presentar la realidad de las ocupaciones de tierra en Andalucía a través de dos proyectos de reapropiación de las tierras baldías por jornalerxs andaluzas. Las fincas ocupadas de Somontes y del Cerro Libertad suponen un necesario ejemplo de lucha por la soberanía de la tierra.

Hablamos con compañerxs que en este momento están haciendo posible que estas ocupaciones se mantengan día a día y esto fue lo que nos contaron.

¿Qué está ocurriendo en Somonte?

El 4 de marzo de 2012 jornalerxs del Sindicato Andaluz de Trabajadoxs (SAT) ocupaban una finca de 400 hectáreas de Palma del Río en Córdoba para evitar que la Administración de la Junta de Andalucía la enajenara. Tenían la convicción de  aliviar el paro jornalero que azotaba la comarca. Nacía así la finca ocupada de Somonte. Si en este instante asomáramos nuestra cabeza por allí veríamos que, un año agrícola más, se ha conseguido sembrar la finca entera.  Algo que, dada la extensión y la precariedad de medios, no deja de ser una proeza.  Hablamos de distintos cultivos anuales entre los cuales destacaríamos los cereales autóctonos.  En la campaña cerealera que está concluyendo en estos días (el presente texto fue redactado a principios de Junio) hemos plantado algo más de 20 hectáreas de variedades locales de cereales en riesgo de extinción gracias al apoyo popular que recavó la iniciativa vía crowdfunding[1].  Precisamente hemos cosechado hace pocos días y ya podemos decir que la campaña ha sido un éxito, especialmente en un año que no ha sido bueno para el cereal en toda la península. 

Hasta aquí el presente pero, ya que toda semilla es una promesa, queremos avanzar lo que (esperemos) ocurrirá próximamente en Somonte.  La próxima campaña de cereales autóctonos contará con más superficie a sembrar ya que lo cosechado este año se va a usar, casi exclusivamente, para multiplicar semillas, es decir, no vamos a vender lo cosechado este año para así poder seguir extendiendo su cultivo en la próxima campaña.

 De este modo podremos llegar en un par de años a sembrar una cantidad considerable de hectáreas de cereal autóctono en ecológico.  Además, estamos trabajando en la posibilidad de colaborar con alguna institución científica interesada en realizar aquí algunos cultivos ecológicos experimentales; la huerta seguirá afianzándose con el inicio del año agrícola y esperemos que aún sobre tiempo para concretar y desarrollar algún proyecto más de los muchos que tenemos en mente.

¿Qué está ocurriendo en el Cerro Libertad?

Siguiendo el ejemplo de Somonte el 1 de abril de 2017, cuando Andrés Bódalo cumplía un año de injusta prisión, el SAT ocupaba la finca de Adarves Altos, en las faldas del Cerro de San Cristóbal, a tan sólo 6 km de Jaén. Tras ocupar la finca fue rebautizada como Cerro Libertad en reconocimiento a nuestro compañero encarcelado y a la reivindicación de su liberación inmediata. La finca de 73 Ha (64 Ha de olivar) fue propiedad de la SAREB, el llamado banco malo, y actualmente pertenece al  BBVA.

¿Qué veríamos si nos asomáramos ahora mismo por Somonte y por el Cerro Libertad?

Si pasáis por Somonte justo ahora veríais girasoles en su plenitud, garbanzos agostándose y cantidad de hectáreas de cereal recientemente cosechadas.  En la era podríais ver los montones, las toneladas de grano autóctono que comienzan a ser cribadas y ensacadas a la espera de la próxima campaña que iniciaremos en otoño.  Veríais también cómo van cuajando los primeros frutos de la huerta de verano o cómo crece el maíz destinado a alimentar a las gallinas, o el ensayo que estamos haciendo con cacahuetes.

Mientras tanto en el Cerro estamos realizando un ejercicio de recuperación en toda regla. Aquí hemos rehabilitado una casa que estaba medio derrumbada, ahora cuenta con salón, diferentes habitaciones en la que viven unas 10 personas, almacén, cocina, baño… Se ha sembrado un huerto de 1H donde solo había broza y una cuadra para caballos que hoy es la casa de Mariano y Susana (nuestra pareja de cerdos ibéricos), conejos y gallinas, estamos arreglando los más de 6500 olivos que hay, habiéndole quitado las varetas y podado más de 1000.

¿Qué se pretende con la ocupación del Cerro Libertad?

Lo que reclamamos con nuestra acción que ya dura cerca de 3 meses es que la tierra no puede estar abandonada mientras nos carcome el paro, la desidia y la angustia. Reclamamos que la Junta cumpla su propia ley, ya que de momento ha hecho caso omiso al escrito que le hemos presentado en el que se pide se aplique la Ley de Reforma Agrarias de 1984 que dice que una finca abandonada más de dos años es susceptible de expropiación para que pase a cumplir una labor social.

Reclamamos que la tierra tiene que estar viva y que para ello hay que hacerla diversa, acabar con el monocultivo y diversificar nuestros campos. Por eso nuestro proyecto contempla también la ganadería, el cultivo del almendro o el pistacho, la huerta, etc. Reclamamos que libres debemos ser y libre debe estar nuestra tierra para poder vivir en armonía en ella y con ella.

Reclamamos, queremos y sentimos que la tierra no se puede poseer, que es patrimonio del pueblo que en ella habita. La tierra, ni se vende ni se compra, y la gestiona quien la cuida y la trabaja, que son las manos de las campesinas y jornaleros que la han trabajado toda la vida. Eso es dignidad, futuro y esperanza, eso es el Cerro Libertá.

¿Qué se sigue defendiendo en Somonte?

En primer lugar, la okupación de Somonte (hace ya 5 años de aquello) tuvo por objetivo visibilizar que la Junta de Andalucía se disponía a vender, una vez más, una de las fincas que había expropiado anteriormente con el fin de atender, siquiera tímidamente, la demanda secular de una reforma agraria que, huelga decirlo, nunca pasó de sus primeros estadios.

Por otra parte, se trataba de una acción directa que ponía la tierra a disposición de quien la trabaje. Desde entonces todo el empeño ha ido dirigido a constituir cooperativas que puedan hacerse cargo de la producción de alimentos y, en una segunda fase, de transformarlos en la finca.

El esfuerzo es grande… ¿ En qué mejora Andalucía y el mundo con este proyecto de Somonte?

En Somonte queremos hacer realidad, ya lo estamos haciendo, la vieja demanda de la autogestión de los que la trabajan y la creación de empleo, una vez que se socializan los medios de producción, y del reparto justo de la riqueza así creada. 

Por otra parte, esta gestión no puede ser acrítica, es decir, no podemos limitarnos a autogestionar el mundo tal y como nos lo encontramos.  Menos aún en nuestro caso, pues no se trata de un medio cualquiera, hablamos de la tierra y de la alimentación, base de toda comunidad humana, hablamos de nuestro metabolismo con el medio, de nuestra relación con la Naturaleza.  Por tanto, nuestra labor en Somonte pretende ir más allá y trabajamos para hacer realidad la soberanía alimentaria de los pueblos con todo lo que ello implica, hacia dentro y hacia fuera.  Hacia dentro: recuperación de suelos, de la fertilidad, de la biodiversidad, de variedades locales olvidadas (se estima que se ha perdido el 90% de las variedades locales).  Hacia fuera, potenciando el consumo local de la riqueza aquí creada, favoreciendo así el cierre de ciclos en el ámbito local y fortaleciendo y ampliando las redes ya existentes de producción y consumo.

Pero no todo son girasoles creciendo… ¿Qué cosas lo están poniendo difícil?

Obviamente, todos los problemas inherentes a una okupación: inestabilidad, incertidumbre, alegalidad, etc.  A lo que hay que añadir que no basta con liberar una finca, son necesarios otros medios de producción bastante costosos (tractores, aperos, maquinaria) más aún, para una finca de secano como Somonte, son indispensables.  Poco a poco, con esfuerzo y constancia, vamos consiguiéndolos, aumentando así nuestra capacidad de acción.

¿Y el esfuerzo en el Cerro Libertad? ¿En qué mejora Andalucía y el mundo?

Entendemos que No se puede hablar de transformar Andalucía desde la izquierda si no se contempla y se pone en el centro el problema de la tierra. Y desde luego no se puede hablar de dicha transformación firmando presupuestos que venden tierra pública, o leyes que liquidan la función social de la tierra convirtiéndola en pura mercancía.

Con este proyecto ponemos en práctica que la tierra sea para quien la trabaja sin esperar a los gobiernos que mucho prometen y poco cumplen, con la ocupación hacemos que las autoridades y la sociedad se tengan que posicionar porque nadie puede permanecer neutral cuando se produce el conflicto de intereses. O con la banca  y su usura o con el pueblo.

¿Qué cosas lo están poniendo difícil?

En el Cerro, al igual que en Somonte, encontramos dificultades de dos tipos por un lado la Guardia Civil que se dedica a denunciarnos, a pasarse por la finca e incluso en unas jornadas de trabajo voluntario monto un dispositivo con más de 8 coches de la guardia civil para asustar y amenazar a los que fueran a las jornadas con una denuncia por “ocupación temporal”, saltándose sus propias leyes ya que la causa está en el juzgado por lo penal por una ocupación permanente, por el otro, el BBVA que no solo se niega a negociar con nosotros alguna cesión o tipo de acuerdo sino que nos ha denunciado a 20 compañerxs por “usurpación y daños”, juicio que tendremos el 23 de junio, y por último la Junta de Andalucía la cual según el propio estatuto de autonomía podría expropiar la tierra al llevar más de dos años abandonada como hemos solicitado

Queridxs compas, ¿Qué cosas hemos aprendido por el camino y por qué esta vez sí es la nuestra?

Somonte ya lleva en pie 5 años y una okupación de estas características ha mostrado, a mi entender, que no basta en este caso con poner a funcionar un medio de producción, sino que es necesario trabajar también la convivencia [en Somonte no sólo se trabaja, también se (con)vive].  Es decir, una okupación como esta necesita trabajar todos los planos de la vida cotidiana, no sólo aquellos relativos a la producción.  Teniendo esto en mente creo que estamos mejor preparados para afrontar los retos presentes.  En ello estamos, no nos faltan ganas ni voluntad, ideas ni proyectos.  Confío en que dentro de un año nos encontraremos otra vez en estas páginas para hablar de los nuevos logros conseguidos y de  los nuevos retos que nos planteemos.

En el Cerro Libertad, estamos aprendiendo muchas cosas nosotros destacaríamos tres:

La primera es la escuela de formación que supone la ocupación, en valores, en dinámicas de gestión, en recuperación de saberes agrícolas, de trabajo colectivo, un espacio donde los conocimientos fluyen gracias a que hay gente de diferentes generaciones, diferentes movimientos sociales, podemos decir que es una escuela a nivel agrícola, a nivel político, a nivel vital.

En segundo lugar y unido con el primero, que  las alianzas son fundamentales y que  deben pasar y están pasando desde los movimientos que están luchando por una vivienda digna y contra los bancos como el BBVA, a los movimientos de la soberanía alimentaria que luchan como nosotras por que la tierra sea para quien la trabaje, a las plataformas de desempleados/as que se movilizan  por que haya trabajo, y a los jóvenes andaluces que ven que no solo la salida a la crisis es la emigración, que mediante el apoyo mutuo y el cooperativismo puede haber futuro en esta tierra.

En tercer lugar la demostración de que es posible el cuidado de una finca en este caso de 75 hectáreas desde la autogestión y el apoyo mutuo. Sin un euro público la finca está funcionando mejor que los 5 años que la ha tenido abandonada el BBVA. Es una demostración práctica de que hay salida a la crisis desde una lógica no capitalista.

[1]   Somonte Vs Monsanto.  Todavía se puede consultar la información: https://www.goteo.org/project/somonte

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