La construcción y consolidación del imaginario sobre contextos africanos casi siempre se ha producido desde la visión del observador social o desde un punto de vista colonialista. Es decir, primero fueron los cronistas que narraban e interpretaban hechos vistos y vividos en determinados países del continente africano y, posteriormente (o a la vez) los colonos quienes desde una visión civilizatoria y evangelizadora veían a la mujer y al hombre negros como seres humanos a medias y atrasados.
Lo curioso, por ejemplo del legado de Fanon, es que el imaginario construido a partir de los relatos de cronistas y colonos también constituye el discurso de muchos y muchas africanas. Es lo que se vino a llamar en los estudios postcoloniales como la colonialidad del ser y del saber. Es decir, individuos que sobre la base de referentes y referencias no contaminadas por lo occidental moderno y lo colonial construyen sus saberes y sus seres en función a marcos culturales imaginados desde una visión civilizatoria.
A pesar de que hayan pasado siglos desde los relatos cronísticos y coloniales, el desafío de superar mitos sobre los países del continente africano sigue siendo contemporáneo. Basta con mencionar que una gran parte de la sociedad en Occidente se cree que África es un país y, por ello, homogeneiza sus realidades políticas, económicas, sociales y culturales.
En el presente artículo nuestro objetivo es resaltar escuetas experiencias de determinados contextos africanos (ello no significa que sea extensible a todos los países) en ámbitos como la música, la religión o la educación.
La música
La cultura africana es muy rica en infinidad de campos.
En el arte podemos hablar de música tradicional muy variada. Un ejemplo de esto es el caso de los griots. Son músicos de la etnia mandinga transmisores de mensajes y mediadores interculturales. Históricamente eran familias encargadas de mediar entre los reinos del continente, en la actualidad son educadores sociales y reveladores de la civilización. Estas personas se encargan de comunicar a las personas jóvenes sus raíces y cuáles son los caminos a seguir. Su herramienta es la música, a través de sus canciones acompañadas con la kora y dumdumba en los acontecimientos más reflexivos y djembes en bodas y nacimientos.
Nuestro griot más internacional es Salif Keita, muy conocido a nivel internacional. Cissosko de la zona de Casamance también cuenta con gran fama y renombre. En su canción Maro habla de lo necesario que es trabajar todos juntos en familia:
«Maro djambe dile
maro banta djambe dile»
(La unión es nuestra fuerza
Si no nos unimos, no habrá fuerza)
Un auténtico canto a la colectivización y la comunidad.
La religión
En cuanto a la religión, querría destacar los valores que los animistas defienden en nuestra sociedad. Son creyentes de una religión anterior a la invasión de las religiones reveladas: el islam y el cristianismo. Aunque estas religiones dominadoras consideran al animismo una religión de salvajes, no podemos olvidar que forman parte de la cultura ancestral africana. Está basada en la naturaleza y en la tradición de los ancianos. Para algunos los baobabs provienen de un reino de dioses. En los cambios de estación realizan sacrificios para garantizar la salud de la población tanto creyente como no creyente. También se encargan de mantener la sabiduría medicinal. Durante la invasión europea, llevaban sus grigri (amuletos) para protegerse de los enemigos y lo conseguían muchas veces. Hoy en día muchos seguimos numerosas prácticas aconsejadas por esta religión paralelamente a las musulmanas. Para celebrar las bodas, se empieza siguiendo las costumbres animistas, donde los padres acuerdan unir las familias. Posteriormente se desarrolla la ceremonia en la mezquita.
La educación
Aunque la típica familia del continente es numerosa, los padres son capaces de cuidar a muchos hijos, con una atención individualizada. Un niño no pertenece solo a un padre y una madre sino que la comunidad es la que se encarga de eso. Existe una división del trabajo dentro de la familia con el objetivo de que cada miembro progrese. Desde que naces, dentro de tu familia, de tu pueblo, sabes cuál es tu lugar, tu misión en la colectividad.
Breves ejemplos todos que ponen de manifiesto el desconocimiento generalizado sobre este gran continente, y la necesidad de seguir desmontando los mitos consolidados tras siglos de colonización territorial y mental.